En la antesala de este primer Grand Slam, Roger Federer (1º) se presentaba como el máximo candidato a ganar el certamen, pero en su camino apareció el serbio Novak Djokovic (3º) que derrotó al suizo por 7-5, 6-3 y 7-6 (7-5) y de está manera alcanzó su segunda final consecutiva de torneos grandes, donde se medirá en la final ante la revelación del torneo, el francés Jo-Wilfried Tsonga (38º), quien venció en su partido de semifinales al español Rafael Nadal (2º). El carismático serbio, de 20 años, se mostró más seguro y con mayor convicción a lo largo del match. El alto porcentaje de saques sumado a la regularidad desde el fondo de la cancha fueron determinantes para el desarrollo del encuentro, donde Federer se encontró vulnerable en varios pasajes del match. El momento clave del partido fue cuando el cinco veces campeón de Wimbledon sacó para el primer set, pero la predisposición e insistencia de Djokovic fue superior a la de Federer, que se encontró vulnerado perdiendo cuatro games seguidos y dejando la primera manga en manos de su rival.
Desde el principio del certamen, el suizo tuvo que lidiar con ciertas adversidades como: la posibilidad de perder el primer puesto del ranking mundial ante el mallorqui o superar una dura tercer ronda - situación poco común- ante Janko Tipsarevic en cinco arduos set. Luego de más de tres años y medio, Federer volvió a perder en tres sets corridos en un torneo de Grand Slam desde el año 2004. En esa temporada, su oponente fue el brasileño Gustavo Kuerten, quien lo derrotó en la tercera ronda de Roland Garros por 6-4, 6-4 y 6-4.El Abierto de Australia tendrá un nuevo campeón el próximo domingo, cuando Djokovic y Tsonga midan sus fuerzas en el Rod Laver Arena. Sin dudas, será una gran final en la cual ambos contendientes iran en busca de la gloria que los catapulte en la historia grande del tenis mundial.
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